El proyecto responde principalmente a la necesidad de revitalizar las pequeñas tiendas locales cercanas al centro de la municipalidad y crear una oferta de vivienda diversificada. Este programa de 50 viviendas encuentra su sentido en la unión de dos morfologías urbanas históricas: el alineamiento de las casas con respecto a la calle principal y el entrelazamiento de lleno-vacío de las granjas y sus patios. El pedido inicial del estudio de factibilidad arquitectónica se completa con un análisis de las mejoras del contexto urbano que puso de manifiesto la necesidad de conservar una parte del patrimonio edificado existente y la diversidad morfológica que refuerza la identidad del pueblo